E- learning era algo totalmente nuevo para mi. De hecho, ni siquiera sabía a ciencia cierta qué significaba el término ( tal vez esto es vergonzoso para un estudiante de 4º año de Profesorado de Informática...). Pero prefiero ser sincera en esto, porque solo así puedo plasmar cuáles fueron los logros alcanzados, qué aprendí y qué no.
Al principio tanta información parecía inabarcable, todo llevaba mucho tiempo, y resultaba abrumador: esa fue la mayor dificultad. Con el paso de las semanas, las cosas se volvieron más amenas entre "E-learning y yo": en varias ocasiones le dedicaba mis madrugadas con gusto, o algunas amplias mañanas. Lo más destacable de todo este proceso, es que apredí muchas y diversas herramientas, y son sumamente aplicables en mi trabajo, me facilitan enormemente la tarea docente además de enriquecerla. He podido crear un curso para mis alumnos en una plataforma educativa, y estoy investigando otras más potentes para usar en un futuro cercano.
Y lo mejor de todo es que, todo ese tsunami de información que arrasó conmigo las primeras clases, logró poco tiempo después ayudarme a ser crítica y selectiva de las herramientas que tengo a mi alcance, y a sacar provecho de muchas de ellas. A veces es buena una sacudida renovadora como esta.
E-learning: ¡te quiero!
